"La escuela, en esta sociedad del conocimiento debe dar lugar a la divergencia, a la diversidad: allí donde “todos” puedan aprender, respetando los diferentes tiempos, los disparejos ritmos, pronosticando la pluralidad de los alumnos y aceptando cada desafío. Así, no sólo estaremos transmitiendo otras miradas sino que también todos en conjunto estaremos practicando el concepto de Justicia Social" Prof. Nora B. Arana

viernes, 27 de abril de 2012

Volvamos la mirada hacia las Escuelas Primarias


La Educación Primaria es obligatoria y constituye una unidad pedagógica y organizativa destinada a la formación de los/as niños/as a partir de los seis años de edad.
Entre los múltiples objetivos que ésta posee, realzaré aquellos que se destacan por tener la significatividad de preponderar la importancia cabal en la formación moral y afectiva de los infantes aprendientes en la misma:
a) Garantizar a todos/as los/as niños/as el acceso a un conjunto de saberes comunes que les permitan participar de manera plena y acorde a su edad en la vida familiar, escolar y comunitaria.

b) Ofrecer las condiciones necesarias para un desarrollo integral de la infancia en todas sus dimensiones.

c) Brindar oportunidades equitativas a todos/as los/as niños/as para el aprendizaje de saberes significativos en los diversos campos del conocimiento, en especial la lengua y la comunicación, las ciencias sociales, la matemática, las ciencias naturales y el medio ambiente, las lenguas extranjeras, el arte y la cultura y la capacidad de aplicarlos en situaciones de la vida cotidiana. 

d) Generar las condiciones pedagógicas para el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como para la producción y recepción crítica de los discursos mediáticos.

e) Promover el desarrollo de una actitud de esfuerzo, trabajo y responsabilidad en el estudio y de curiosidad e interés por el aprendizaje, fortaleciendo la confianza en las propias posibilidades de aprender.

f) Desarrollar la iniciativa individual y el trabajo en equipo y hábitos de convivencia solidaria y cooperación. 

g) Fomentar el desarrollo de la creatividad y la expresión, el placer estético y la comprensión, conocimiento y valoración de las distintas manifestaciones del arte y la cultura.

h) Brindar una formación ética que habilite para el ejercicio de una ciudadanía responsable y permita asumir los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común.

i) Ofrecer los conocimientos y las estrategias cognitivas necesarias para continuar los estudios en la Educación Secundaria.

j) Brindar oportunidades para una educación física que promueva la formación corporal y motriz y consolide el desarrollo armónico de todos/as los/as niños/as.

k) Promover el juego como actividad necesaria para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social. 

l) Promover el conocimiento y los valores que permitan el desarrollo de actitudes de protección y cuidado del patrimonio cultural y el medio ambiente.

Cuando hago referencia a la importancia insoslayable de la formación moral y afectiva converjo en el proceso del desarrollo sociomoral en los escolares de la Educación Primaria que  posee una  extraordinaria importancia, a partir de reconocer que este nivel de enseñanza constituye un sector vulnerable ante las influencias de los agentes externos e internos, en el proceso formativo de la personalidad. Es en estas edades donde está presente la mayor cantidad de períodos sensitivos críticos de su desarrollo. 
La educación primaria posibilita la adquisición y desarrollo de las potencialidades de los escolares en diferentes áreas, coincide con la etapa donde se conforman las formaciones psicológicas de gran importancia para el adecuado funcionamiento de la personalidad, jugando, obviamente y explícitamente, un papel importante el desarrollo de los valores morales desde los primeros grados.
Los valores morales ocupan un lugar esencial en la formación de la personalidad de cada escolar porque regulan y orientan la actitud y la conducta de los individuos hacia la reafirmación del progreso moral y el crecimiento del humanismo.

Como componente básico en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes, el desarrollo sociomoral abarca la formación de las cualidades y los modos de actuación del hombre en correspondencia con los principios éticos de la sociedad.
La formación de cualidades y valores morales no se incluye solo en un horario, ni en un programa de estudio, es imprescindible el trabajo sistemático de todos los factores para lograrlo.

El proceso de asimilación de las normas morales exige que ellas estén presentes en las diferentes actividades en que participa el niño en la familia, en la escuela y en las organizaciones sociales. Este proceso es activo por su esencia y tiene lugar en las actividades sociales y comunicativas que realizan los escolares, en las relaciones con los adultos y con otros niños en el desarrollo de cada actividad.

Los valores del grupo constituyen la expresión de normas y de valores de la sociedad, son incorporados por los escolares y se convierten en elementos reguladores de su conducta, elemento de trascendental importancia para la educación en el colectivo.

Es importante desarrollar el espíritu colectivista en los jóvenes y desterrar el egoísmo y el individualismo.
La educación formal constituye también otro aspecto importante en la formación de valores morales. El comportamiento adecuado en cada lugar incorpora sentimientos a la personalidad de los niños. Las manifestaciones de respeto, cariño, afabilidad y solidaridad son formas de expresión de los sentimientos cultivados de una buena educación. 

La educación de las costumbres es un escalón a seguir para la formación de valores morales. Presupone una gran utilidad para la sociedad y el colectivo, y su realización se convierte en una necesidad vital para el hombre. El desarrollo de la disciplina escolar representa el resultado de la educación de los alumnos en el espíritu de los requerimientos escolares y sociales.

Como vía importante para la formación de valores morales se destaca el ejemplo personal de los docentes. Estos deben ser capaces de organizar adecuadamente el entorno escolar donde trabajan, enseñarlos, mediante sus clases a admirar las cualidades morales positivas, de las que ellos, ante todo, deben constituir un ejemplo.
El desarrollo de valores morales no recae solo en la escuela; tienen alta incidencia además, la familia, las organizaciones políticas y de masas y la comunidad.
El desarrollo de valores morales se patentiza en manifestaciones concretas, entre ellas; la participación en las tareas de construcción de la sociedad, en el trabajo productivo y en las misiones internacionalistas.

Para finalizar, sostener y sustentar que el Estado debe con hechos concretos mostrar que la educación es la estrategia central para construir un nuevo modelo de desarrollo donde confluyan el crecimiento con la justicia social: es una manifestación certera e  inapelable.
Se necesitan escuelas más inclusivas, pero también más exigentes en dónde el aprendizaje de saberes, valores y competencias les permitan tener a todos los niños y jóvenes igualdad de condiciones para la integración social.
Hay que volver la vista hacia las escuelas primarias, hacia los docentes y los alumnos. Colocar los principales recursos allí, pues es la escuela el lugar de donde se puede revertir, aula por aula, la crisis social.

Prof. Nora B. Arana

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