"La escuela, en esta sociedad del conocimiento debe dar lugar a la divergencia, a la diversidad: allí donde “todos” puedan aprender, respetando los diferentes tiempos, los disparejos ritmos, pronosticando la pluralidad de los alumnos y aceptando cada desafío. Así, no sólo estaremos transmitiendo otras miradas sino que también todos en conjunto estaremos practicando el concepto de Justicia Social" Prof. Nora B. Arana

sábado, 28 de abril de 2012

Los Docentes, Científicos de nuestra Educación


Demasiado insisten en las crónicas con noticias sobre las malas relaciones entre alumnos  y docentes de estos tiempos. El rol docente parece desacreditado y desamparado, y la institución educativa es repudiada sin mayor análisis desde diversos sectores. Parece que se supone que carecemos de ejemplos válidos, y de miradas agradecidas...

Como formadora creo que en este tiempo que está transcurriendo nos urge un gran reto: propiciar desde nuestros quehaceres cotidianos el cambio, con responsabilidad, con la firme convicción de que es necesaria una educación para nuestros chicos en dónde se escuchen las demandas en las voces de todos pero en dónde el fracaso, la no-uniformidad, las indiferencias, las tensiones, el fuerte déficit de valores existente en nuestra sociedad y las limitaciones gravitantes  que tenemos que desafiar, no sean pilares que solamente se  reduzcan a  cuestiones escolares aunque lamentablemente hoy se manifiesten y se instalen entre los muros de las instituciones.

Los grandes desafíos los deberemos franquear con el firme compromiso de propiciar una gran invención de alternativas, creando espacios posibles de libertad,  de autonomía, de respeto, con contenidos flexibles adaptados a las necesidades y aplicados a realidades concretas y creando, finalmente, el continente apropiado para trabajar con una actitud positiva frente a otros marcos y centrando nuestros pensamientos  en la formación como ciudadanos de nuestros futuros alumnos.

Hoy debemos enmarcarnos los hacedores de la educación argentina como científicos de la educación y debemos compartir nuestros espacios con expectativas, con esperanzas, con trabajos cooperativos y donde tenemos que guiar los aprendizajes con aires necesarios de creatividad y de libertad para favorecer en los chicos y jóvenes el desarrollo integral de sus posibilidades y la construcción de un proyecto personal de vida recuperando así la dimensión humanizadora de la educación.

Prof.Nora B. Arana

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